jueves, 6 de octubre de 2005

Señoras, descalzas y chistes

Hoy he hecho algo que no suelo hacer últimamente, y es salir a dar una vuelta a la calle después de comer. Lamentablemente me da tiempo a poder pasear en el trabajo porque tengo dos horas para “comer”, para comer, pasear, tomarme un café, escribir un post, leer el periódico... Lo cierto es que preferiría dedicar el tiempo justo para el almuerzo, continuar trabajando y salir antes, pero parece que la principal misión de un jefe es joder a sus empleados, y de esta manera lo hacen.

Pues eso, normalmente me quedo navegando en internet hasta las cuatro, que comienzo a trabajar de nuevo, pero hoy me he ido con unos compañeros a dar una vuelta a la manzana, y ciertamente es una experiencia curiosa porque en pleno centro de Madrid se ven cosas interesantes.

Según salimos a la calle nos llega una señora mayor cargada con dos bolsas, se para delante de nosotros, y nos dice: “Tengo que tener cuidado porque la señora del tercero se ha roto la cadera”, y se va. Nos quedamos mirando mientras la mujer se aleja.

Poco después nos cruzamos con una “joven” rubia, pongo lo de joven entre comillas porque aunque intentaba aparentarlo con falda corta, camisa de colorines, pintada hasta las tetas y con andares muy desgarbados y aparatosos, tenía más años que la señora mayor que vimos antes. Tenía toda la pinta de ser sueca o extranjera, y dice mi compañera:

- ¿Os habéis fijado en los pies?”
- ¿Pues no, por qué?
- Fijaros

Nos damos la vuelta y resulta que solo llevaba un zapato, así que hemos deducido que debe ser la última moda. No van algunos con una pernera del pantalón remangada y la otra no, pues ahora estará de moda ir con un solo zapato y el otro pie descalzo porque así se tiene un movimiento de caderas más sexy. A saber que le ha pasado a la tía.

Y ya para acabar nuestras dos horas de la comida, festival del humor, se han puesto a contar chistes para volver al trabajo más deprimido.

Chiste 1.

Un tío que se está muriendo dice:
- Que vengan todos mis hijos que voy a decir mi testamento. A mi hijo menor le dejo todas mis casas de La Latina, a mi hijo mediano le dejo todas mis casas de Embajadores y a mi hijo mayor le dejo todas mis casas de Sol.

A esto una tía por detrás le dice a otra chica:
- Joder no sabía que Emilio tuviese tanto patrimonio.
- Que va a tener patrimonio, si es repartidor de butano.


Chiste 2.

Llega un párroco a un bar y le dice al camarero:
- Me pone tres cafés.
- Cómo que tres cafés
- Sí, sí, tres cafés: uno para mi, otro para usted y otro para su puta madre.

Al día siguiente vuelve otra vez al bar y le dice al camarero:
- Me pone tres cafés.
- (otra vez tres cafés éste cabrón), ¿otra vez tres cafés?
- Sí, sí, tres cafés: uno para mi, otro para usted y otro para su puta madre.

El camarero mosqueado se sube encima de la barra y se lía a ostias con el párroco. Tres días después vuelve de nuevo al bar todo escayolado y con magulladuras en todo el cuerpo y le dice al camarero:

- Me pone dos cafés.
- ¿Y ahora para quién quiere dos cafés?
- Sí, uno para mi y otro para su puta madre que a usted el café le pone muy nervioso.

No sé que voy a hacer mañana con las dos horas que tengo para comer.

5 comentarios:

Deyector dijo...

Lo de tus compañeros es ensañamiento y crueldad mental, deberías acudir a Amnistia Internacional...

Chasky dijo...

Lo cierto es que son buena gente, pero no han nacido para contar chistes.

Bereni-C dijo...

Chasky... ¿qué estás haciendo con tus dos horas para comer? Yo estoy haciendo el imbécil por internet, por si te sirve de inspiración. Jaja.

Bereni-C dijo...

Ah, tienes la hora cambiada. Son las 14:23 aquí en mi pc y en mi vida, aunque tu blog se empeñe en decirme que son las 5 y 22 de la mañana.
¿Oño... habré pillao una curva desas espacio-tiempo que tan de moda puso el hawkins?

Chasky dijo...

Pues yo acabo de comer y estoy haciendo navegando por internet y a ver si escribo un post.

Por cierto me ha llamado nu y dice que está bien aunque con sueño y que todavía no ha matado a la divina. Pobrecilla.