martes, 30 de junio de 2009

Los dormilones del tren


Ya no sé la de veces que habré dicho en este blog que el transporte público en Madrid es como una selva, donde parece que hay una lucha constante por sobrevivir. Las viejunas son capaces de matar por un asiento, algunos sobreviven metiendo la mano en bolsillos y bolsos ajenos, y otros tantos, como el caso es luchar contra algo, luchan contra sí mismos, y más concretamente contra el sueño.

Así pues, como creo que no he sacado aún el tema, hoy toca hablar de esas personas que se quedan dormidas en el transporte público. Antes de nada habría que diferenciar dos tipos de dormilones: aquellos que se quedan dormidos nada más sentarse, no tienen ningún reparo en ello y algunos roncan a máxima potencia, de hecho si no encuentran asiento son capaces de dormirse de pie; y por otro lado están aquellos que luchan contra el sueño, batalla que generalmente suelen perder.

A mi particularmente me gustan más los segundos porque dan mucho más juego. He de reconocer que alguna vez las he pasado putas para mantener los ojos abiertos cuando vuelvo del curro, de hecho se me han llegado a cerrar por más que he intentado evitarlo. Sin embargo cuando ves cómo algunas personas se quedan tronchadas, apoyan su cabeza contra el tío de al lado, se sobresaltan, vuelven a caer fritos, se les cae el periódico de las manos, o como lo que he presenciado esta semana, un chico despertándose de golpe y pegando un salto del asiento (hasta se puso de pie y todo); el viaje se te hace muy llevadero, además de muy divertido.

domingo, 28 de junio de 2009

La complejidad del lenguaje


No sé si alguna vez os habéis parado a pensar acerca de la complejidad del lenguaje, puedes decir a tu interlocutor que haga una cosa pero en realidad no debe hacerlo de manera literal, es decir, le estás pidiendo que haga algo distinto a lo que le has dicho. El problema viene cuando esa otra persona desconoce el verdadero significado de tus palabras y entonces se produce una confusión. Pero para entenderlo mejor, veamos un ejemplo:

¿Qué entenderíais por cómete todas las patatas, o cómete toda la sopa, o cómete todo el arroz?, ¿a que todos entenderíamos las preguntas? Ahora bien, ¿qué entenderíais por ejemplo por... cómeme la polla? Ahhh amigos, ahora la cosa se complica.

Y tanto que se complica, si no díganselo a un tío costarricense cuando, en pleno acto sexual, no se le ocurrió otra cosa que decirle a su compañera: “Cómame, cómame todo”. Ella tuvo que elegir la parte del cuerpo y decidió comenzar por el pene: "Yo le hice caso, se la mordí y le arranqué un pedazo" – declaró la chica mientras al tío le intentaban cortar la hemorragia que tenía en la cola. Esto es verdad como la vida misma, podéis leerlo aquí.

Así que ya sabéis, mucho cuidadito con el lenguaje, aseguraros que el receptor de vuestro mensaje va a entender lo mismo que vosotros.

viernes, 26 de junio de 2009

Chasky's friki group


Cuando escribí el post anunciando la inminente creación de un grupo de superhéroes dispuestos a salvar al mundo de la maldad de despreciables canallas, no había caído en que muchos de vosotros podríais formar parte de él sin problemas.

Estoy pensando en que unos cuantos de los que pasáis a menudo por aquí tenéis unas tremendas habilidades para luchar contra el mal, de hecho ya distéis algunas pistas en los comentarios de aquel post. Pero quiero hacer las cosas bien, así que estoy dispuesto a admitir en el supergrupo a todos aquellos que me manden un e-mail contándome sus poderes, esas habilidades o destrezas innatas que los hace especiales y útiles para la lucha contra por ejemplo la banda de los rábanos villanos.

Cutre carnet con el que os harán un 10% de descuento en Carnicería Pepe

En resumen, que escribáis un e-mail a chasquaito@hotmail.com y me contéis vuestros superpoderes, podéis mandarme también cualquier tipo de documento en forma de foto, vídeo, etc. que corrobore vuestra habilidad (imprescindible foto para el carnet, si no pongo vuestro avatar). Con ello haré un post donde anunciaré vuestra pertenencia a la banda y el número de socio de la misma (como podéis comprobar en la imagen de arriba el número 1 lo tengo yo). Así que nada, quien quiera formar parte de este supergrupo ya sabe lo que tiene que hacer.

miércoles, 24 de junio de 2009

El Evaristo y su urna funeraria


Ya os decía que el señor Evaristo, conserje de un edificio cercano al que curro y aficionado a la bebida, no iba a aparecer sólo una vez por este cutreblog. El viernes pasado nos deleito con su personal visión de cómo quiere que sea su entierro.

El Evaristo estaba junto al conserje de mi edificio y otros dos parroquianos del bar hablando sobre cómo querían que fueran sus entierros. Al parecer la mayoría estaba de acuerdo en que preferían que les incinerasen, aunque según decían hasta esto resultaba caro, ya que sólo la urna para las cenizas podía costar 500 euros.

- ¡¡¡500 euros!!! – saltó sorprendido el Evaristo – ¡pues mis cenizas que las metan en una botella de Ballantines!.

Las risas de sus contertulios fueron inmediatas, y a mi me hizo tanta gracia que casi se me atraganta el cacho de bocata de lomo con queso que tenía en la boca.

lunes, 22 de junio de 2009

Zapatos en las manos


Ya estoy de vuelta después de un finde estupendo, con su playita, su paellita, sus Hogueras de San Juan, sus copillas, y además con buenísima compañía. Y más me vale haber desconectado todo lo posible porque hoy he tenido un fantabuloso día de trabajo, con multitud de marrones y saliendo de la oficina a las 20 h. Pero bueno, mañana será otro día.

En cualquier caso no voy a enrollarme demasiado en este post porque estoy un poco cansado, pero no puedo dejar de contaros la cantidad de mozas que vi sufriendo en Alicante. Además lo peor de todo, es que sufrían porque querían. Ellas todas monas, con sus superminifaldas luciendo tipico, sus escotazos y claro, no pueden ir con cualquier tipo de calzado, han de llevar taconazos que al final no son capaces de soportar. El resultado, un montón de chicas superdivinas con los zapatos en las manos y andando descalzas por la calle con el peligro que ello conlleva, puesto que como sabéis en fiestas las calles tienen más mierda de lo normal.

Que está genial ir lo arregladas que quieran y luciendo cuerpo, pero creo que eso es compatible con ir cómodas, que bastante se sufre ya con otras cosas.

jueves, 18 de junio de 2009

Barcelona, bicis y los callos del señor Manolo


Lo prometido es deuda, así que hoy toca hablar del ya lejano puente, aunque sólo hayan pasado cuatro días desde que estaba tan feliz sin trabajar (tampoco me quejo que este finde me voy a Alicante). Lo cierto es que por muy increíble que pueda parecer, no hice ninguna de las mías, me lo pasé estupendamente y desconecté un montón.

Pero como podéis suponer, esté donde esté ahí habrá una viejuna dispuesta a protagonizar un post en este cutreblog. Y allí estaba la viejuna de turno junto a dos viejunas más, el marido de una de ellas, y una chica joven que no sé que pintaba, sentados en la terraza del bar más cutre de toda la calle. Y cómo no, si hay 30 bares con terraza el Chasky siempre acabará en el más cutre salchichero: “El bar Manolo”.

Pues eso, que estaban los viejunos con la jovuna cenando algo tan ligero como unos garbanzos con callos, tan felices ellos:

- María, si es que pareces otra, no sé, no me hago a tu cara ahora – le dice el marido a la que debía ser su mujer.
- Pues así estoy más hermosa – le responde.
- Sí, tú crees que a estas alturas porque te quites el bigote vas a estar más hermosa, jajajajja – se descojonaba el hombre.
- Ain, anda que cómo eres – salió la jovuna en defensa de la mujer.
- Jjajajaja, aunque la mona se vista de seda, mona se queda, jjajajajaja, seguía partiéndose el culo el viejuno.

En esto que pasan dos bicis por la acera, estando a punto de atropellar al bueno del Manolo que acababa de llevar una cerveza y una fanta naranja a unos guiris (que por cierto le habían pedido primero cava, les puso una cara que era un poema). Los de las bicis siguen para adelante y todos nos quedamos diciendo que ya les vale, teniendo el carril bici al lado. Pero todavía faltaba por hablar la más viejuna de la terraza, que rondaría los 70, muy prudente ella terminó de masticar bien los callos antes de gritarles a los bicicleteros: “¡¡¡Como me levante os parto la cara!!!”.

Upppsss...

Todos nos quedamos boquiabiertos, ¿a qué venía ese ataque de ira?, ¿quizás fue la excesiva injesta de intestinos de cerdo, o acaso la señora tenía rabia contenida por algún motivo? Lo que sí senti fue terror, estoy seguro de que aquella señora les hubiera dado dos manguzadas al que se hubiera puesto delante. En cualquier caso después todos nos reímos, incluídos los guiris que lo debían estar flipando con el espectáculo.

Por cierto, jamás he comido una tortilla de patatas tan mala como la del señor Manolo.

Y ya por último aprovecho el post para decir que también vi como robaban en el metro a unos guiris, y enseñaros una foto que hice a una bici navideña cerca de la Sagrada Familia.


martes, 16 de junio de 2009

Los martes son mejores que los lunes


Como dice el título, los martes siempre serán mejores que los lunes. No es que hoy me haya ocurrido algo especialmente bueno, pero he obtenido una generosa bendición que cambiará el sino negativo de esta semana, que comenzó ayer con la maldita Renfe.

Iba tan tranquilo por la calle a eso de las 12 de la mañana, aprovechando mis veinte minutos de descanso diarios en el curro para dar un paseillo por la zona y así desconectar un poco, cuando de repente noto algo sobre mi hombro. ¿De qué se trataba? ¡¡¡Hagan apuestas!!! Buena venga que os lo cuento, que eso de apostar es muy malo y al final uno puede acabar viciado perdido, pues resulta que tenía una hermosa (de grande) cagada pajaril. Probablemente la causante sea una puta paloma, a las que cada día tengo más asco.

Así que nada, supongo que a partir de ahora la semana mejorará porque dicen que las cagadas traen suerte, ¿o era sólo si pisabas un truño?

En el próximo post, sí que de verdad de la buena os cuento alguna cosa de Barcelona.

lunes, 15 de junio de 2009

De vuelta del puente


Pues nada, ya estoy de vuelta. Aunque he desconectado un montón, me lo he pasado genial, vengo morenito, y tengo alguna que otra anécdota, a pesar de no liar ninguna de las mías, hoy no me apetece escribir demasiado. Acabo de llegar del curro después de estar 35 minutos esperando al tren, al parecer ha habido una avería en otro tren y por eso ha habido retrasos, excusa que no me ha servido para ponerles una hoja de reclamación.

Y por poco en vez de una no han sido dos: una por hacerme perder el tiempo y dos porque el tío de Renfe de la estación era gilipollas.

- Buenas tardes, quería poner una hoja de reclamación – le digo educadamente al chaval, que tendría unos 25 años.
- ¿Cuál es el motivo? – me pregunta.
- Pues que he estado 35 minutos esperando en la estación por una avería de un tren – le digo.
- Bueno, pero si ha sido una avería y lo han anunciado no se puede hacer nada – me dice con todo el morro del mundo.
- Pues si vosotros no habéis tenido la culpa la habré tenido yo, en cualquier caso voy a poner una hoja de reclamación porque me da la gana, estoy en mi derecho, me habéis hecho perder más de media hora de mi vida y ahora me estás haciendo perder el tiempo tú.

Lo que no puede ser es que haya estado esperando quince minutos sin saber nada, sólo viendo una pantalla que me decía que el siguiente tren vendría en 7 minutos. Luego dicen algo ininteligible por los megáfonos y el panel luminoso cambia a 5 minutos. Al poco rato dicen, en este caso sí se entendía, que hay una avería en un tren y que hay retrasos de quince minutos, finalmente llega el tren lleno a rebosar, te metes como puedes y a pasar calor durante un rato, que viene muy bien para eliminar toxinas. Pero no sólo eso, encima el imbécil tonto la polla me pone pegas para que no ponga una hoja de reclamación, vamos lo que me faltaba.

En fin, así da gusto comenzar la semana, menos mal que he venido relajadito... En el siguiente post, cuando ya me haya recuperado del asfixiante calor, el olor sobaquil reconcentrado y el apretujamiento sardinero, os contaré algunas anécdotas por tierras barcelonesas.

miércoles, 10 de junio de 2009

Superhéroes


Aquí se abre una nueva sección que titularemos Superhéroes. Como bien sabéis yo soy uno de ellos, además de mi don para doblar palos del café, también ya casi domino la electricidad, lo que me convierte sin lugar a dudas en alguien con superpoderes. Y gracias a mi espíritu de ayuda al prójimo, he decidido crear un grupo de gente con superpoderes que me acompañen en esta ardua campaña.

Aunque esto no se lo digáis a nadie, en realidad lo que pretendo es convertirme en la mente pensante del grupo, para estar tranquilamente en mi sofá, con mi cervecita y unos cacahueses (así los llamaba mi abuela). Ellos darán la cara contra los malos y yo daré la cara ante la prensa sensacionalista, además, evidentemente, las propinas que nos den las repartiremos entre todos.

Pero, ¿cuál es el objetivo final del grupo de superhéroes que estoy montando? Pues muy fácil, ayudar a la gente, en un principio sin ánimo de lucro, pero cuando nos hagamos famosillos empezaremos a ir a los programas de la tele a sacarnos una pasta, nos haremos contertulios de la Ana Rosa y todo, lo mismo infiltro a algunos de los programas asquerosos de Telecinco. Con ese dinero financiaremos una campaña mundial para darnos a conocer y, así en última instancia, desarrollar una red social de superhéroes, por supuesto bajo mi dirección, con el objetivo de dominar la tierra.

Yo sería el del pelo blanco que aparece arriba, dominando a todos con mi fuerza mental, y el que se pase de listo le doblo

Llegados a ese punto, la gente, que no es tonta, se dará cuenta de que si tienen que elegir entre unos políticos corruptos o mi supergrupo, nos elegirían sin duda a nosotros. Y aprovechando el clamor popular me convertiré en Jefe de la Tierra Sin Ningún Lugar a Dudas. Aunque esto no será para siempre, vaticino que mi dominio será una bendición para todos los habitantes del planeta, pero en el año 41 de mi reinado habrá una invasión de extraterrestres con la cara de Chuck Norris. No podremos hacer nada para detenerlos porque serán invencibles, impondrán la ley de los Rangers de Texas, todos acabaremos con barba (las mujeres también) y de la noche a la mañana perderemos la expresividad en el rostro.

Chuck Norris descenderá desde su platillo volante y dirá: La gente duerme con pijamas con la cara de Chasky, pero Chasky duerme con pijamas con mi cara. Ante estas palabras no habrá nada que hacer.

Pero como todavía queda mucho para eso, mejor no comerse demasiado el coco. Eso sí, a medida que vaya reclutando superhéroes para mi empresa, os los iré presentando. Mientras tanto, podéis opinar sobre mi traje de superhéroe, iré como un señor.

martes, 9 de junio de 2009

La historia de un hombre que quería ser como Papa Noel


Hoy os voy a contar la historia de un hombre que quería ser como Papa Noel. Desde muy pequeñito le fascinaba este personaje, así que poco a poco hizo todo lo posible para parecerse lo más posible a su ídolo. Sus padres que no veían con buenos ojos su afición se lo estuvieron prohibiendo hasta que ya no hubo manera, cuando el chaval, de nombre Curcio, cumplió los 18 años abandonó el seno familiar para buscar un destino que hasta ese momento le había sido negado.

Curcio se dejó crecer la barba y se compró ropa de color rojo, encontró un trabajo en una fábrica de mondadientes, un gran invento que ha permitido a millones de personas comer hasta dos o tres veces, gracias a los restos escondidos de la primera comida. Gracias al curro pudo permitirse buenos chuletones, embutido de primera calidad y batidos de chocolate, de esta manera su fisonomía fue acercándose a la de su ídolo. Y después de comer con su cartón de vino tinto El Baturrico, se metía entre pecho y espalda dos o tres copazos de Anís del Mono, que además de ayudarle a la digestión le ponía unos coloretes en las mejillas muy a lo Papa Noel.

El bueno de Curcio era feliz, pero aún estaba un poco mohíno, vale que se pareciera algo físicamente a Papa Noel pero tenía que ir más allá. Lo malo es que llegado a este punto, causado probablemente de la ingesta abusiva de alcohol, no tenía muy claro qué pretendía Santa Claus metiéndose por las chimeneas en casas ajenas. Haciendo acopio de todo su poder neuronal concluyó que lo que buscaba el gordo bonachón era las galletas y leche que según tenía entendido los niños le dejaban.

Y esto último es lo que hizo, se metió por una chimenea en busca de galletitas y leche con tan mala suerte que se quedó atascado, muriendo allí mismo y finalizando así la historia de Curcio y su sueño de convertirse en Papá Noel.

También podéis leer esta historia contada de otra manera pinchando aquí.

domingo, 7 de junio de 2009

¿Quieres batir tu récord de comentarios?


¿Queréis batir vuestro récord de comentarios? Como a mí, a la mayoría os la traerá al fresco pero recientemente he descubierto la fórmula, que por cierto no me hace nada de gracia.

Para ello tan sólo tenéis que hablar de algún jueguecillo que haya por Internet y en seguida un montón de flipaos te dejarán comentarios sobre trucos, harán promoción de sus bichos y cosas de ese estilo. Concretamente es lo que me ha ocurrido cuando hablé de El Bruto, desde entonces he tenido 18 comentarios de este tipo y me parece que no serán los únicos.


Me pregunto si esta gente estará tan viciada como para pasarse el día entero buscando páginas que hablen del juego y dejar comentarios para ganar más alumnos. Además estoy seguro de que aunque les critique, muchos de ellos me dejaran de nuevo un comentario en este post porque ni se los leen.

Y cambiando de tema, esta semana sólo tengo que aguantar tres días de curro y el jueves me voy para Barcelona, ¡¡¡bien!!!

jueves, 4 de junio de 2009

Mi capacidad destructora se ha agravado


Retomando lo que os contaba en el post anterior, mi preocupación sobre la capacidad devastadora que poseo ha aumentado una burrada tras la última cagada. He dejado las figuritas y vasos por empresas mucho mayores.

Salíamos de una reunión una compañera, un compañero y yo, y para regresar al curro fuimos a una parada de taxis para coger uno. Nos dirigimos al que estaba en primer lugar cerca de un árbol, el compañero se subió detrás y me dijo que me pusiera yo delante. Pues nada, abrí la puerta delantera y no, que ya os veo venir, no le pegué al árbol con la puerta, tuve cuidado en no hacerlo. ¿Dónde me había quedado?, ahhh sí, abrí la puerta y me senté cuidadosamente porque iba cargado. En el momento en que me subía también entró en el coche la otra compañera, mientras tanto yo cerré la puerta.

Curiosamente la puerta presentó algunas dificultades para ser cerrada, como si su resistencia fuera mayor a cuando la abrí hace tan solo unos segundos. En cualquier caso la cerré y comencé a ponerme el cinturón. En esto que el taxista sale del coche y se dirige al lado en el que yo estoy, miro a través del cristal para ver qué ha ocurrido y observo que junto al árbol está el guardabarros de la puerta, yaciendo inerte en el suelo. Mis compañeros se empezaron a descojonar pero a mi no me hizo gracia, seguro que aquel taxista estaba loco, iría al maletero y sacaría un cuchillo de un metro para separarme la cabeza del resto del cuerpo. Afortunadamente no fue así, colocó la pieza de nuevo en la puerta a base de hostias y volvió a entrar en el coche.

- ¿Qué ha pasado? – logré decir tartamudeando.
- Pues que al subiros en el coche, por el peso ha bajado el coche y la puerta se ha quedado atascada en la raíz del árbol.

También me podía haber dado cuenta al cerrar la puerta que algo ofrecía resistencia, pero no es plan de que nos llame gordos a la cara, que al menos yo estoy en mi peso ideal.

martes, 2 de junio de 2009

La torpeza destructora


A estas alturas ya no es necesario que os diga que tengo un don innato para cargarme figuritas decorativas, jarrones, cestas, vasos o platos; en resumen que cualquier cosa rompible con un leve golpe sufre peligro en mi presencia.

Más o menos puedo decir que tenía controlada la enfermedad, lo que hacía era extremar el cuidado cuando iba a casas ajenas concentrándome al máximo en no liar alguna, aunque muchas veces pierdes unos segundos la concentración y la montas:

- Tranquilo, no pasa nada, si era una figura que ya no me gustaba – diría, por no tirarme por la ventana, la dueña de la figurita de 100 años de antigüedad del famoso escultor Rodolfo Abollado y que le regaló su bisabuela, a la que conoció tan solo durante 5 años de su vida, para que se acordara siempre de ella.

- La verdad es que no pegaba con la casa, al final te he hecho un favor, jejeje – diría para darle un toque de humor a la cosa, mientras me fulminan con la mirada.

Esta figurita después de tirarla y romperse en pedacitos es para rematarla

Lo de que me fulminen con la mirada ni si quiera lo llegaría a sentir porque ya tendría a la neurona preocupada en cualquier otra tontería. Aunque tampoco hay demasiado problema en no enterarme en ese momento de que mi vida corre peligro, ya me contará alguien más tarde el valor sentimental y económico de la dichosa figura horripile.

Y a qué viene todo esto, os preguntaréis. Pues aunque no os lo podáis creer mi enfermedad se ha agravado, he pasado a un nivel superior de torpeza destructora. Pero mejor os lo cuento en el siguiente post que hoy no puedo seguir escribiendo, estoy muy preocupado.