viernes, 30 de octubre de 2009

The Cowsills - The rain, the park, and other things


Canción de colorines, buen rollo, con letras un tanto facilonas que contrastan con la complejidad de sus armonías vocales y arreglos. Las canciones de The Cowsills tienen un toque de The Beatles, de The Mamas & The Papas o de los Beach Boys y vienen que ni pintado en estos últimos días de calorcillo antes de que, me temo, llegue definitivamente el frío.

Por cierto, me encanta cómo bailaba la niña pequeñaja. En este vídeo se está quietecita pero es una bailonga nata.

martes, 27 de octubre de 2009

Viejunas en Dolby Surround


Aunque tengo varias alternativas para llegar al curro prefiero, a pesar de tardar un poco más, coger el metro en la primera estación de una línea, de esa manera me siento sin peleas y puedo leer sentado tranquilamente.

De todas formas eso de ir leyendo tranquilamente es relativo, todos los que cogéis el transporte público sabéis las causas que pueden romper la tranquilidad. Y entre esas causas, cómo no, se encuentran las viejunas. Ayer sin ir más lejos en la cuarta estación entraron tres de ellas, una estaba colocada en una puerta y las otras dos en otra, la que iba por libre consiguió un asiento mientras que las otras dos tuvieron que permanecer de pie a pesar de lanzarse a toda velocidad dentro del vagón. Mala suerte.

En el siguiente gráfico (V=Viejunas; Chasky=Chasky; O=Ojetes=Gente sentada en asientos) puede verse más claramente la situación de los hechos:

Viejuna en las puertas con el cuchillo entre los dientes para lanzarse en plancha sobre los asientos haciendo uso de una técnica envolvente

La Viejuna 1 consigue asiento mientras que las otras dos cascurrean de pie

Las viejunas que estaban de pie empezaron a hablar entre ellas, mientras que la viejuna número 1 metía baza de vez en cuando. Os podéis imaginar, si no fuera suficiente con tener al lado a dos cotorras bociferantes, porque además las señoras no sabían hablar bajo, todo el vagón entero se estaba enterando de los peligros de una operación de reducción de estómago, además las tenía que soportar en estéreo (2 voces venían por la derecha y otra por la izquierda). Evidentemente así, mantener la concentración en el libro se hacer una tarea casi imposible.

Al final la viejuna 2, a pesar de estar un poco ternesca se movió con gran velocidad al ver un asiento libre, no dando ninguna oportunidad a que la viejuna 3 la arrebatara el sitio, en el metro impera la ley de la selva y para estas cosas las amistades quedan a un lado. Pero a pesar de alejarse un poco ahora el leer fue algo absolutamente imposible, hicieron una formación en línea de tres que acabó con las esperanzas de los pasajeros cercanos de poder concentrarse en sus libros. Así que a mi no me quedó más remedio que concentrarme en su conversación de dietas, pérdida de peso y operaciones de reducción de estómago.

Así quedó la situación final: viejunas en formación lineal.

De verdad que no entiendo por qué la gente necesita comunicarse a gritos a pesar de tener a su interlocutor a escasos centímetros.

domingo, 25 de octubre de 2009

Mejor no tener suerte que tener mala suerte


Si nos pusiéramos a hacer una lista de la cantidad de gente que ha pasado por nuestras vidas, a las que hemos conocido en mayor o menor medida, seguramente algunos de nosotros ya tendría tarea para varios años.

¿Qué será de cada uno de ellos, cómo les irán las cosas? Seguramente habrá de todo, a los que les vaya estupendamente, mil veces mejor que a nosotros, y también indudablemente a los que les vaya mucho peor. Creo que en la vida la suerte es un elemento esencial, en muchas de las cosas importantes de nuestra vida no hemos intervenido para nada, por una casualidad no hemos topado con esa persona que nos hace tan feliz, con un trabajo en el que nos sentimos a gusto y ganamos una pasta, o ha salido ese número en la lotería que da un giro radical a nuestra vida. Esto es la suerte.

Creo en la suerte, sí, pero no creo que la suerte sea decisiva en la vida, cada uno de nosotros ha de buscarla, currárselo, y si nunca la encontramos no pasa nada, podemos ser igual de felices. Digo esto porque prefiero mil veces no tener suerte, tener que esforzarme por lograr algo y dar lo mejor de mi mismo en cada minuto de mi vida que tener mala suerte. Y para mí la mala suerte tiene un nombre: enfermedad. Puedes llevar una vida sanísima pero no estás a salvo de una enfermedad grave que condicione el resto de tu vida, o que incluso acabe con ella antes de lo que te gustaría.

Toda esta reflexión viene a cuento de que recientemente me han comentado que dos chavales con los que solía jugar al frontón están jodidos con sus enfermedades. Uno de ellos a los que hacía mucho que no veía tiene una extraña enfermedad en los huesos, parecida a un cáncer, ha sido tratado en EE.UU. y parece que está mejor pero el asunto parece muy serio. Con el otro últimamente coincidía de vez en cuando, pero le veía en muy baja forma, fallando bolas fáciles y la causa me la dijeron ayer: tiene esclerosis múltiple.

No cabe duda de ellos han de seguir luchando por ser felices y que no es el fin del mundo pero es una puta mierda que la mala suerte de una enfermedad caiga sobre ti. A veces pensamos que no tenemos suerte en la vida, que nos podría tocar la lotería para que cambiara, pero sólo con pensar un poco podemos llegar a la conclusión de que en realidad muchos de nosotros somos muy pero que muy afortunados.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Adivinando comidas en el tren (2/2)


En el post anterior:

- Blablabla…

(quien quiera saber de qué va este post que se lea el anterior si aún no lo ha hecho)

- A mis hijos lo que les gusta mucho son los nubes, compro una caja y se los comen de una sentada para cenar - decía la misma señora protagonista de la primera parte de esta entrada.

Los nubes, no las nubes

Como podéis ver la señora continuó jugando a las adivinanzas con sus amigotas, repartidas por el tren, provocando que todos en el vagón jugásemos obligados.

- ¿Los qué? – le preguntó la amiga que estaba a su lado.
- Los nubes.
- ¿Qué nubes, eso qué es? – la preguntó otra de sus amigas.

¿Alguno de vosotros ya lo ha adivinado? ¿No? Bueno sigamos con más pistas:

- Son de pollo y están rebozados, se llaman nubes, ¿no?

Esta pista ya fue definitiva y las amigas lo pillaron rápido:

- Los nuggets (pronunciado tal como se lee: nuguets), jajajjja – se partían el culo todas al adivinar de qué se trataba.
- Eso, hijas es que les ponen unos nombres más raros a las cosas..., jajajjaja.

Así estuvieron, descojonadas de la risa impidiendo a la gente concentrarse en la lectura, y seguían, cuando yo me bajé en mi parada, dándole vueltas a la biterguá y los nubes.

lunes, 19 de octubre de 2009

Adivinando comidas en el tren (1/2)


Muchas veces por la mañana cuando vas a currar en el maravilloso transporte público te encuentras a un grupo de señoras hablando de sus cosas. Y muchas veces, a parte de criticar a fulanita y menganita, hablan de comidas, de lo que zamparon el día anterior, de lo que van a cenar o de lo que van a preparar para el fin de semana. La mayoría de las veces no presto atención a sus conversaciones puesto que a parte de interesarme poco, tienen poca chicha para hacer un post sobre ellas. Sin embargo, a la que tuvo lugar ayer no pude escapar: primero porque eran cuatro señoras desparramadas por el tren y para hablar entre ellas debían hacerlo a gritos, daba igual si todo el mundo se enteraba de lo que hablaban o si molestaban; y segundo porque jugaron a las adivinanzas.

Fue bastante divertido ver cómo todo el tren que oía a las señoras se devanaba los sesos intentando adivinar cuál era la comida que probó una de ellas en el verano.

- Pues en el hotel de la playa probé un plato que me gustó mucho – decía la viejuna.

Un estofado de lengua pensé yo, porque era indudable que la suya la tenía muy entrenada para darle al palique. Pero sigamos con la segunda pista de la señora:

- ¿Cómo se llamaba?, lo tengo en la punta de la lengua, mmmm, ¡¡¡biterguá!!!
- ¿Biterguá? – preguntaron al unísono sus amigas y dentro de sus cabezas parte del tren.
- Sí, creo que se llamaba así, biterguá.

Si buscas biterguá en google no aparece ningún resultado, nadie ha usado esta palabra ni ha colgado una imagen con este nombre, ¡voy a ser el primero!


Como veis incluso con una pista como el nombre del plato nos costó adivinar de qué se trataba, menos mal que siguió dando pistas:

- Es un plato parecido a la paella pero con fideos gordos, estaba muy rico – continuó la señora.
- ¡Fideuá! – gritó la señora más sabionda, descifrando por fin el enigma.
- Eso, que no me acordaba bien del nombre, jajajja, pues a ver si lo hago un día porque blablabla…

viernes, 16 de octubre de 2009

Cervezas de colorines


Muchas veces la comida o la bebida nos entra por los ojos, de eso no hay duda, pero lo verdaderamente decisivo es el sabor. Que conste que me gusta probar comidas y bebidas nuevas, sin embargo no me veo comiendo una paella azul o un filetaco verde. Por eso aunque los japos hayan añadido colorantes a la cerveza y digan que le han dado un fantástico toque de sabor, me quedo con la rubia y la negra.

Cerveza con sabor a flores del campo

Cerveza con un toque de hierbajos silvestres

Cerveza con un toque de anticongelante

martes, 13 de octubre de 2009

Puente gambitero


Aunque no haya salido fuera este puente no puedo decir que haya pasado mucho tiempo en casa. El viernes fui a ver Ágora, el sábado teatro, el domingo spa por la mañana y comida con gin tonics incluidos que se alargó hasta las 19 h., y ayer frontón por la mañana y teatro de nuevo por la tarde. La obra en la que estuve ayer fue Spamalot.

La verdad es que los musicales siempre me han echado para atrás pero en este caso como estaba basado en la peli de los Monty Python’s Los caballeros de la mesa cuadrada hice una gustosa excepción. La obra estuvo bien, hubo adaptaciones de la peli que me encantaron, me partía recordando escenas y algunos de los actores lo hicieron estupendamente. Aunque también eché en falta algunas partes de la peli es comprensible que no todo sería representado, pero me quedó un regustillo agridulce.

Algunas letras no pegaban ni con cola, con tanta cancioncita y tanto bailoteo en plan cabaret se perdía la gracia del argumento, y los diálogos absurdos, donde los Monty Python’s tienen más gracia, son interrumpidos en seguida por la música y el canturreo. Pero sobre todo no soportaba a la diva tetona con estupenda voz, saliendo cada dos por tres para demostrar lo bien que cantaba, jodiéndome ese momento en el que mejor me lo estaba pasando. Que no pasa nada que demuestre lo bien que canta durante un par de veces, pero metían sus apariciones con calzador, y aunque a la mayoría del público allí presente parecía extasiado al escucharla cantar, a mí me ponía de mala leche. Conclusión: veo difícil que vuelva a ver un musical, nunca hay que decir nunca jamás pero puede que esta haya sido la primera y la última.

viernes, 9 de octubre de 2009

Chasky's friki group: Hada Azul


No hay grupo que se precie que no disponga de alguien encargado del espionaje y por supuesto nosotros no íbamos a ser menos. Su labor no será nada sencilla pero creo que saldrá victoriosa de las malas situaciones que se la presenten. Ella es Hada Azul.

Como podéis leer en la ficha, su principal virtud es la supervisión de águila, visión que ha ido entrenando año tras año en los exámenes, lo que le ha servido para aprobar más de uno. Y ahora, tras años de experiencia, es capaz de leer las letras pequeñajas que te ponen los oculistas a varios kilómetros de distancia, ¡¡¡para que se inventaron los prismáticos cuando nosotros vamos a tener a Hada Azul!!!

Además posee un arma de doble filo, tiene la capacidad de bloquear los chistes buenos y de esa forma no reirse en medio de una batalla (aunque lo haga 3 horas después), pero por otro lado se puede tronchar de la risa con los chistes malos, siendo en ese momento vulnerable. Lo que no cabe duda es que será nuestra arma secreta contra el Payaso Graso, uno de nuestros enemigos comehamburguesas, con el que es difícil no partirte el culo con sus chistes, sin embargo nuestra Hada Azul, inmune a ellos, no tendrá problemas para desembarazarse de él con una buena patada en los cataplines.


- Más detalles sobre Hada Azúl en: El Baúl de Hada Azul.
- Si quieres formar parte del Chasky's friki group envía un e-mail a chasquaito@hotmail.com contándome tus superhabilidades.

martes, 6 de octubre de 2009

Extraterrestres al lado de mi casa


Desde hace unas semanas (o al menos desde entonces me consta) tengo nuevos vecinos. Según me ha contado mi madre, que dice que no es una cotilla pero se entera de todo, son de origen marroquí y en el piso deben vivir ciento y la madre. Viven en el edificio pegado al mío y justo su salón, donde hacen vida, da hacia mi dormitorio, aunque ellos están en un segundo y yo en un tercero. Además da la casualidad de que deben ser inmortales, robots o extraterrestres porque no necesitan dormir; o eso es lo que a mi me parece porque por la noche, sea la hora que sea, siempre tienen la luz del salón encendida.

Todo esto no tendría nada de particular si no fuera porque los moradores de esta vivienda se hacen notar. Por un lado porque cada dos por tres están con broncas entre ellos, o eso, o hablan a gritos. Hace unos días por ejemplo escuché gritos y me asomé a la ventana, no me podía creer lo que estaba viendo, una chica de no más de 18-20 años estaba con una pierna por fuera de la ventana y en ese momento sacando la otra, pocos segundos después se debió tranquilizar y volvió al interior. En este caso hubo suerte y no se la ocurrió tirarse, sin embargo lo que se les cae continuamente (esto chivateado por mi madre) es la ropa que tienen tendida, enganchándoseles muchas veces en las cuerdas de la ropa de los vecinos que tienen debajo. Mi madre dice que es porque no deben conocer la existencia de unos instrumentos generalmente de madera que sirven para sujetar la ropa.

De momento estas cosas son las que menos inciden en mi vida pero lo que si me fastidia y bastante es que ponen música a las tantas de la noche. La semana pasada pusieron a las 2 de la madrugada música a tope, ¿y qué escuchaban?, ¿música marroquí? Nop, pusieron ni más ni menos que a María del Monte, sip, como lo estáis leyendo, la hermana de Falete, y encima se sabían de memoria la de cántame a la sombra de los pinos. ¡Acojonante! Yo al menos me quedé acongojado, tragaba saliva con dificultad, un sudor frío recorrió mi frente, me eché la sábana por encima mientras comenzaba a temblar. ¡¡¡Sin duda era un grupo de invasores interestelares!!!

Pero ya la confirmación llegó ayer a las 00:30, cuando de repente me desperté sobresaltado por una música infernal, canciones interpretadas por una voz capaz de reventarte las neuronas como cuando explotas las pompas de plástico de los envoltorios de burbujas. Me estoy refiriendo a Mónica Naranjo. Sorprendentemente una voz masculina que venía del interior de la vivienda habitada por extraterrestres acompañaba al unísono a la Naranjo. Así estuve, anaranjado, sin poder dormir y con los ojos como discos chinos, chinos, filipinos, durante por lo menos media hora, momento en el que supongo alguien les debió de dar un toque.

María del Monte-Mónica Naranjo: combinación mortal

Según me cuenta mi madre, la paciencia de los vecinos se está empezando a acabar así que a ver en qué acaba todo esto.

domingo, 4 de octubre de 2009

Nuevas técnicas de lucha

-
Qué tía más plasta, se hace un ovillo y no hay dónde agarrarla para utilizar una llave definitiva. Un momento..., creo que he encontrado el lugar.

jueves, 1 de octubre de 2009

Somos imágenes que no significan nada


Hay a mucha gente a la que le encanta salir en fotos, muchas personas disfrutan haciéndose incluso fotos ellas mismas, incluso posando. Pues bien, yo soy todo lo contrario, no me gusta nada salir en fotos porque no sé porqué pero en todas me veo fatal. Supongo que igual que hay gente fotogénica otros como yo no lo somos para nada.

En cualquier caso, me gustaría reflexionar acerca de la cantidad de fotos en las que saldremos a lo largo de nuestra vida y de las cuales desconocemos que existen. Me estoy refiriendo a esas fotos que desconocidos toman y tú sin comerlo ni beberlo, simplemente por pasar por allí, eres captado por la cámara. Para esos desconocidos tú no serás más que una cosa, parte del paisaje que rodea al elemento central de la fotografía, de hecho seguramente ni siquiera notarán tu presencia, serás como un fantasma, el hombre invisible o una mierda pinchá en un palo.

Fiesta de la SEEF (Sociedad Española de Estropeadores de Fotos)

Pero ahí estarás, estropeando con tu presencia bonitas fotos de dos enamorados o la fotografía perfecta de un monumento. Y lo mejor de todo, algunos se seguirán preguntando cómo se les pudo romper la cámara mientras hacían aquella foto.